En las últimas semanas las noticias en referencia al precio del dinero han sido continuas; esas noticias de tipos cero o cercanos a ellos han hecho que se llegue a situaciones donde el euribor ha llegado a estar en negativo, con la importancia que ello tiene, ya que ese es el índice usado para la determinación del tipo hipotecario en la práctica totalidad de los casos. Esta situación coincide con que, en 2016, se va a producir el cambio en el método de cálculo del euribor.
El cambio en el método de cálculo del euribor tiene por objetivo tratar de dejar de tener en cuenta la actuación del supervisor; se calculará en función de las transacciones reales de préstamos entre bancos, dejando de tener en cuenta el sistema actual, que se basa en los tipos en los que, en teoría, las entidades se prestarían dinero entre si; sobre el papel este nuevo tipo de cálculo hará que hablemos de un tipo que realmente refleje la situación de mercado.
Las autoridades monetarias defienden que este cambio se lleva a cabo para beneficiar la transparencia, ya que se reducirían las posibilidades de que se produzca la manipulación del euribor al basar su determinación en las transacciones entre entidades bancarias que fuesen contrastables. Precisamente buscando ese objetivo, desde 2014, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI) inició el trabajo para determinar la nueva manera de calcular el euribor; el detonante de este cambio se produjo por los escándalos de manipulación del euribor en los que importantes entidades bancarias se vieron envueltas. La cuestión es que el escenario en el que se producirá la implementación de este nueva forma de cálculo (que será a partir del próximo mes de julio) es el actual, donde nos encontramos con una situación donde el precio del dinero marcado por el BCE es, como ya se ha indicado antes, de cero o del entorno de cero, y ello ha hecho que el euribor llegue a tipos negativos; esta coincidencia evidentemente genera una importante polémica ya que al ser, como ya se indicó anteriormente, el euribor el tipo empleado como índice para la determinación de los tipos de los préstamos hipotecarios existirían situaciones donde algunas entidades bancarias podrían verse en escenarios donde tendrían que pagar a sus clientes hipotecados. La polémica surge por el momento del cambio de la forma del cálculo y la duda de si efectivamente se busca un tipo más real o “evitar” que se den situaciones donde las entidades bancarias tengan que “pagar” a sus clientes.
En relación a esto último, y a que es un cambio en el cálculo de un tipo existente durante años, la opinión de expertos es que no puede darse por hecho que este nuevo cálculo del euribor vaya a encarecer las hipotecas, si bien tanto ellos como el EMMI reconocen la existencia de riesgo de volatilidad en los momentos iniciales de aplicación del nuevo cálculo; incluso se hace referencia a que el EMMI ha indicado que la entrada en pruebas en el segundo semestre de 2016 de este nuevo cálculo se hace para que se asemeje al euribor antiguo.